Fibras de celulosa artificial, el biomaterial más fuerte del mundo
Un equipo de investigadores suecos ha desarrollado el biomaterial más fuerte del mundo. Son fibras de celulosa artificial que se consideran más resistentes que el propio acero o que la tela de las arañas.
¿Por qué hablamos de las arañas? Si miramos en la naturaleza, su tela es la fibra natural más fuerte que vamos a encontrar en todo el planeta. De ahí que el desarrollo de biomaterial que, además, es biodegradable, es un excelente logro del que hoy hablamos largo y tendido.
Pero, ¿en qué consiste este biomaterial? ¿Qué aplicaciones prácticas va a tener? Precisamente sobre eso hablamos a continuación. Y es que su fabricación se lleva a cabo a base de nanofibras de celulosa, un polisacárido estructural que forma parte del tejido de sostén de las plantas.
El equipo de investigadores sueco ha logrado transferir con éxito las nanofibras a materiales macroscópicos, es decir, que se pueden ver a simple vista. Dichos materiales son muy ligeros, por lo que podrían ser la solución perfecta como alternativa al plástico que se usa actualmente para la ingeniería aeronáutica, automotriz o incluso para fabricar mobiliario.
De hecho, según confirman los inventores del biomaterial, podría tener un uso práctico incluso en la biomedicina. Es decir, que el producto tiene un potencial enorme a todos los niveles.
El biomaterial más fuerte del mundo
Este material ha sido posible debido al uso de rayos X ultrabrillantes. Gracias a esta tecnología, pudieron analizar estructuras y orden jerárquico de las fibras súper fuertes, logrando fabricar varios metros del mismo con unas 15 micras de grosor.
Estas fibras de nanocelulosa tienen origen totalmente biológico, pero una rigidez mucho mayor que la de la tela de araña natural, ya que sus fibras son los materiales bio más resistentes que se conocen, de hecho, superan al acero y cualquier otra aleación o metal, o hasta materiales sintéticos como la fibra de vidrio.
Pero, ¿es muy cara esta nueva fibra? Pues no, y eso es lo genial que tiene. Su precio de fabricación puede competir perfectamente con cualquier otro material de tejido sintético, así que aprovechar sus muchas aplicaciones en diversas industrias y gremios es perfectamente factible desde este mismo momento.
Este material, además, puede usarse para crear otros componentes biodegradables. Es decir, que es un paso previo y estupendo para encontrar una fabricación mucho más natural y equilibrada con nuestro medio ambiente que, además, es mucho más fuerte y resistente. ¡El futuro es ahora!
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